domingo, 25 de julio de 2010

¿ A DÓNDE IRÁN ESTOS MARINERITOS?


Quizás fueran las primeras horas de la mañana de un 15 de agosto de 1936, pues el sol alarga las sombras hacia el oeste. Y ellos, marineros muy alejados de los mares y debidamente armados posan en las afueras de Antequera, en la puerta de Granada, antes de emprender el camino que los llevará a Archidona para "liberarla de las maldades infligidas por los malvados republicanos"
Cuentan las crónicas nunca escritas que allí llegaron a primeras horas de la tarde y cuando más calor hacía, y cuentan que el horror que vieron superaba lo nunca visto: muertos por las calles solitarias, sin distinción de sexo, de mujeres y hombres, de jóvenes y viejos, de derechas y de izquierdas aprisionados entre los muros del viejo convento de Santo Domingo a espera de ser pasados por las armas... Dicen que aquello se había escapado de las manos a los reconquistadores faciosos, que nada pudieron hacer para frenar la codicia de la morisma que primero mataba y después preguntaba, y hasta que pudieron poner un poco de orden aquello fue una escabechina de la que se salvo por los pelos de ser fusilado por "rojo" mísmísimo jefe de falange local.